Siempre he creído que para creer en los cuentos de hadas o en las historias maravillosas que nos presentan sobre AIESEC, debemos conocer un poquito más allá de lo que nos muestran las redes sociales. Si no tenemos amigos, conocidos o familiares que hayan tomado alguna experiencia con esta organización, muy difícilmente podríamos creer en la propuesta de valor que se nos ofrece, incluso generando hasta cierto tipo de apatía por estas oportunidades.

Qué mejor forma de inspirarnos a tomar un intercambio profesional con AIESEC, que leyendo la experiencia personal de una persona que lleva fuera de su zona de confort más de dos meses y ha sido una experiencia que le cambió la vida.

Laura Julio reside en la ciudad de Armenia (Quindío) y desde Julio está en Ciudad de México haciendo su práctica profesional con AIESEC. Es estudiante de Administración de Negocios internacionales, voluntaria de Cruz Roja colombiana y también voluntaria en AIESEC Armenia. Fiel creyente de vivir cada momento con la mejor energía y rodeada de personas que quieran dejar un legado positivo.

¿Por qué decidiste tomar el intercambio con AIESEC?

Principalmente como opción de grado de la universidad, pero las ganas de viajar, conocer otras culturas y ayudar lo que más pueda a los demás mientras amplio mi visión del mundo que me rodea es lo que más me motivó.

¿Cómo conociste a AIESEC?

En mi búsqueda por hacer un voluntariado que me sirviera para la universidad y fuera acorde a mis objetivos, encontré una propuesta diferente a la que me ofrecían otras oportunidades que ya previamente había consultado, cuando descubrí el mundo de plus que tiene esta organización, me decidí.

¿Qué experiencias has tenido la oportunidad de vivir desde que llegaste?

Desde que tomé el vuelo para salir de Armenia todas las experiencias que he tenido me han hecho crecer, obviamente no todo es color de rosa pero de eso se trata esto, de enfrentarte a retos, de enfrentarte a ti y tomar cada momento como una enseñanza, sin duda la mejor experiencia que esto me ha regalado hasta ahora es crecer y aprender a conocerme mientras convivo con personas maravillosas y disfruto la oportunidad que la vida me está regalando.

¿Por qué México?

Estaba entre México y Argentina, decidí que me iría para la empresa que me contestara primero y no me arrepiento de haberlo hecho, este país es mágico, casi tan maravilloso como Colombia.

¿Recomendarías esta experiencia? ¿Por qué?

Sin pensarlo, todos, TODOS, debemos vivir algo así en nuestras vidas, no creo que exista alguien que se arrepienta de contribuir un poco al cambio con cada uno de los momentos que uno vive por fuera de casa, que más allá de impactar en uno mismo, impactan al mundo y finalmente es la contribución que de una u otra forma otorgamos al mundo.

Por último, ¿Qué mensaje le darías a esas personas que tienen miedo de tomar nuestros productos?

Primero que es totalmente normal tener miedo, yo soy súper miedosa, el secreto está es en convertir ese sentimiento tan poderoso en un impulso y es que más fácil te arrepientes de no haber tomado el intercambio que de viajar, a cualquier parte del mundo, a ayudar a los que de verdad lo necesitan hasta con los actos más pequeños; recibir una sonrisa o un abrazo de las comunidades en las que trabajas es la mejor sensación que una persona que le apueste a la vida pueda recibir.

¿Qué mejor forma de impactar positivamente que viajando, conociendo otras culturas, haciendo amigos de todas partes del mundo (porque de verdad conoces muchísimas personas) y hacerlo todo de la mano de una organización con personas súper especiales que siempre que lo necesites te van a respaldar.

Juan José Salavarrieta
Nunca me tomo la vida tan en serio. Cuando grande quiero ser como mi papá.

Instagram: @juanjosesalavarrieta